dimarts, 12 de febrer del 2013

Influencia de las TIC en la sociedad



Está claro que las nuevas situaciones de enseñanza-aprendizaje mediadas por herramientas telemáticas traen consigo la posibilidad de participar de experiencias educativas altamente interactivas a través de espacios de comunicación continuos con acceso a numerosos recursos didácticos y fuentes de información, desde escenarios distintos al aula presencial. Se puede decir que los jóvenes de hoy en día (de nuestro ‘primer mundo’) nacidos en los 80-90 son nativos digitales porque tienen a su alcance (en el hogar y/o en establecimientos de estudio y de recreación) ordenadores y móviles. Todos poseen o saben qué es un correo electrónico. Actualmente, los sistemas de correo electrónico –al alcance de cualquiera (Hotmail, Yahoo, Wanadoo, Gmail…)– permiten al usuario obtener el tiempo de reflexión necesario antes de enviar la respuesta y tener registro de los mensajes emitidos y recibidos, así como organizarlos o realizar búsquedas.

También en el caso de la docencia todos conocen algunas herramientas 2.0, como por ejemplo el blog, los documentos de creación colaborativa y las redes sociales. Estas últimas, las herramientas para la creación y gestión de redes sociales virtuales, a mi entender conforman un nivel superior en cuanto a las herramientas de comunicación se refiere. Además de crear redes de personas con intereses comunes, permiten organizar y gestionar otras herramientas de comunicación.
Por contra, también ha sido utilizado el término inmigrante digital, haciendo referencia a todo aquel nacido antes de los años 80 y que ha experimentado todo el proceso de cambio de la tecnología y que están ‘atados’ a una lengua materna y a unas estructuras mentales diferentes a las que utilizan los nativos.

El concepto de visitantes y residentes digitales, que expone la idea de las diferentes actitudes de los usuarios ante la red, se enfrenta al conocido y criticado concepto de nativos y emigrantes digitales de Prensky, teoría que tiene ya 10 años. Se basa en la idea de que los usuarios se enganchan a la red dependiendo del contexto y las motivaciones, más que de la edad o la experiencia que tengan, especialmente desde la llegada de las redes sociales.  
El visitante digital selecciona la herramienta más apropiada para cada tarea a realizar, necesita obtener un beneficio concreto de cada plataforma, es relativamente anónimo, tiene mucha precaución con el robo de identidad y la privacidad, piensa que las redes sociales son banales y piensa offline.
Por el contrario, el residente digital vive una gran parte de su vida online,  su distinción entre lo online y offline es cada vez más borrosa, tiene perfiles en redes sociales y se siente cómodo expresando su identidad en la red.
El visitante concibe la web como un conjunto de herramientas, mientras que el residente la concibe como un conjunto de espacios, en los que la gente se socializa de diferentes formas. No hay una línea clara que separa ambos estados, hay grados.
El conjunto de herramientas con las que el visitante concibe la web, le va a permitir ofrecer o manipular un contenido concreto, pero la web no es un lugar para pensar o en el que  desarrollar ideas. Los visitantes piensan fuera de la red, son usuarios pero no miembros de la red.  Sin embargo, para el residente, la web es un espacio en el que estar, pensar, como lo son los demás espacios físicos, sin distinción entre ellos. 
El concepto de ciudadanía digital (también llamado ciberciudadanía o e-ciudadanía) comienza a plantear el manejo de algunas reglas escritas o normas de conducta sobre el comportamiento y el buen uso de las TIC. Actualmente cada vez se le da una mayor importancia a la enseñanza para una ciudadanía responsable, que nos ayude a prevenir los riesgos que se pueden originar a partir del uso de las TIC cotidianamente, sobre todo en niños y adolescentes.
Un buen ejemplo de una iniciativa ciudadana digital, entendiendo el término como aplicación de los derechos humanos, puede ser lo que sucedió (y aún está sucediendo) durante la ‘primavera árabe’ o la ‘revolución democrática árabe’. El papel que internet y las redes sociales  juegan en estas revoluciones en distintos países árabes se trata sólo de un cambio en los medios de comunicación y no de una causa profunda de las revoluciones. La rápida comunicación a través de la red ha servido y sirve para que estas revoluciones tengan unas características propias, como la espontaneidad y la ausencia clara de liderazgo. Aunque internet no ha sido la causa principal de las revoluciones (sino la miseria, la exclusión social, la falsa democracia y la falta de información) el funcionamiento de internet y las redes sociales (el uso de las rede sociales se dobló en muchos países durante las revoluciones) en la revolución de Túnez, por ejemplo, recuerdan al funcionamiento de una wiki por la rapidez en la transmisión de la información. A través de internet, se mostraron muchas imágenes y videos de lo que estaba pasando en un muchos países árabes y esto ayudó a dar un impulso más internacional a las revoluciones.

 Webgrafía
Raymond, Marquina (2008) : Nativos e Inmigrantes Digitales http://www.slideshare.net/raymarq/nativos-e-inmigrantes-digitales-presentation
White, D. & Le Cornu, A. (2011) : Visitors and Residents: A new typology for online engagement http://firstmonday.org/htbin/cgiwrap/bin/ojs/index.php/fm/article/view/3171/3049


1 comentari:

  1. La información se ha convertido en el eje promotor de cambios sociales, económicos y culturales. El auge de las telecomunicaciones ha producido una transformación de las tecnologías de la información y de la comunicación, cuyo impacto ha afectado a todos los sectores de la economía y de la sociedad.

    Un saludo!

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